Plaza Dynamo (Atelier Kinesis) — fuerza con medida
En Dynamo no compito; me escucho. Caliento cinco minutos, activo core y empiezo con series cortas. El objetivo no es acabar destruida, es terminar fuerte y funcional. Si un ejercicio duele “mal”, paro y corrijo. Uso una regla simple: intensidad suficiente para sentir progreso, técnica suficiente para evitar lesiones. Registrar repeticiones y tiempos me ayuda a ver avances reales, no solo sensaciones.
Al final estiro, hidrato y bajo pulsaciones. No me premio con comida chatarra; me premio con consistencia. Lo que más cambia no es el cuerpo, es la cabeza: salgo con foco, mejor humor y decisiones más firmes. Entrenar así se integra a la vida, no la rompe.
Reflexión: La disciplina que te cuida se siente a libertad, no a castigo.
Próximamente, nuevos almacenes con historias que contar, te esperan.