Mercado Saffron — intención servida
Entro con prisa y salgo con criterio. Recorro Saffron pensando en comer mejor sin complicarme. Elijo pocos ingredientes: algo fresco (hojas o fruta), una proteína clara, un carbohidrato que me sostenga y un toque de sabor que me emocione. Me sirve planear dos platos base que se transformen con pequeños cambios: hoy bowl tibio, mañana ensalada con el mismo núcleo.
Me detengo a oler especias, pregunto por temporadas y compro lo que sé que cocinaré en 48 horas. La mesa es sencilla, pero se siente especial cuando hay intención. Comer así no es una dieta; es una decisión diaria que me mantiene con energía y buen ánimo.
Reflexión: La abundancia real es elegir poco y bien.
Próximamente, nuevos almacenes con historias que contar, te esperan.