Entro a Signatura con una idea simple: hoy quiero que mi ropa hable claro por mí. Miro vitrinas y me pregunto qué mensaje quiero dar en reuniones, salidas y fotos que terminan en el carrete de la semana. No busco tendencias imposibles; busco piezas que me sostengan en cualquier plan. Camino sin prisa. Toco telas, reviso cortes, me fijo en cómo cae una prenda cuando respiro normal, no cuando poso. Si algo me obliga a “actuar” para que se vea bien, no es para mí.

Me funciona elegir una pieza protagonista y construir alrededor: base neutra, un detalle con carácter y zapatos que me dejen moverme. Anoto mentalmente una regla que no falla: si me lo tengo que justificar, no lo necesito. Salgo con una combinación que me representa hoy y no me complica mañana.

Reflexión: Vestir es decidir con qué energía quiero entrar al día.
Próximamente, nuevos almacenes con historias que contar, te esperan.